¡Sorpresa! Estáis en los prolegómenos de un momento romántico y ella anuncia: “Tengo la regla”. Puede que para ninguna de las partes sea un problema; puede que incluso les excite. Pero hay ocasiones en que cierta repulsión o el temor a causar/sentir dolor hacen que uno u otra (o los dos) se echen para atrás. Todavía hoy nos enfrentamos a muchos tabúes, prejuicios y dudas no resueltas alrededor de todo esto. “Culturalmente, se ha asociado la menstruación con la suciedad y con una parte muy negativa de la mujer”, dice Nayara Malnero, psicóloga y sexóloga de Sexperimentando. “Hay que desaprender falsas ideas que hacen daño”, añade.
No, no le dolerá.
Gema García Gálvez, ginecóloga responsable de la Unidad de Suelo Pélvico del Hospital Quirón Madrid, explica que el período “no debería suponer limitación alguna respecto a cualquier otro día del ciclo menstrual a la hora de relacionarse, salvo el escrúpulo entendible a la sangre”. Es verdad que muchos nos mareamos hasta cuando nos vamos a hacer un análisis y que aparezca la sangre, asociada tradicionalmente al dolor, puede producir rechazo. Pero no implica una relación sexual dolorosa. Más bien al contrario: según Malnero, hacerlo en esos días es un buen remedio contra las típicas molestias de la regla: “La gran ventaja [para ella] es la reducción del dolor menstrual”, asegura.
No, no huele mal
“Ese es un gran mito”, protesta Nayara Malnero. “Lo que huele mal es la sangre en los métodos higiénicos habituales, como compresas y tampones”. García Gálvez admite que el supuesto mal olor pueda provocar reticencias en algunos hombres, a los que les recuerda que “puede no haber coito y sí otras maneras de relacionarse en pareja”.
Atención: el placer es mayor
Clarísimo punto a favor. “Los placeres son más intensos para ambos, ya que la vagina está más constreñida, lubricada y tensa”, explica Malnero. Según un estudio de la Universidad College de Londres (Reino Unido), durante la regla se produce un continuo vaivén de estrógenos (sus niveles suben y bajan), de modo que si el coito se produce en uno de los picos altos, puede implicar «un mayor deseo sexual o capacidad de disfrute», añade esta experta. Y ver cómo ella goza más le hará gozar más también a él. Los estrógenos, apunta García Gálvez, mejoran la lubricación y elasticidad, lo que favorece la penetración. Y aclara: “El placer depende de muchos factores y los días de regla no ha de ser mayor ni menor a otro día”. Cuando los estrógenos bajan (y con ellos, la lubricación), “siempre recomiendo lubricante a base de silicona, que dura mucho más”, expresa Ruth González Ousset, periodista, sexóloga y terapeuta de pareja.
¡Sin sangrado!
Para quienes tienen aversión a la sangre, González Ousset aconseja el uso de “artilugios muy prácticos” como las esponjas que se venden para tener relaciones sexuales durante el período menstrual, que se pueden emplear “durante ocho horas” y de cuya presencia en el interior de la mujer los hombres “ni se enteran”.
Mejor con protección
La creencia de que si se practica sexo durante la menstruación no hay embarazo es “un falso mito”, según Ruth González Ousset. Por si acaso, aboga por tomar precauciones, que además servirán para prevenir posibles infecciones. “Una de las principales vías de contagio de enfermedades se produce a través de la sangre. Por eso, el preservativo ha de ser el protagonista, ya que será la barrera para evitar el embarazo y las enfermedades”, determina.
Fuente: Buena Vida (As)
http://as.com/buenavida/2016/08/12/portada/1471004870_654056.html
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